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Lo tuyo es puro teatro!

Sobrevivir a cuatro días en la playa, con tu madre.
Así de primeras puede parecer sencillo, pero según van pasando las horas te das cuenta de que no.

Eso de enchufar la televisión para que el niño no moleste, a cierta edad se vuelve del revés, y eres tú quién deja a tu madre apalancada en el sofá viendo la «novela». La inherente capacidad materna «de llevarte la contraria» hasta para decir la hora del reloj es pasmosa. Cuando dices «¿Has visto, mama, qué bonito apartamento a cien metros de la playa?» la respuesta es «No hay televisión.» Estando en la toalla dices «Qué airecito más bueno!» responde «Se me llena de arena el pelo y el bañador».

Menos mal que recordé que la romántica «endulza el mundo» y me fui con media maleta llena de libros y películas para ver en el ordenador.

Mi madre es muy de romántica, de romántica trágica, pero romántica. Muy de Fortunata y Jacinta, muy de La Dama de las Camelias o Jane Eyre. Trato de que cambie un poco el estilo, porque creo que la comedia podría ayudar más a pasar los días, que ya bastantes penas tenemos, pero le va más un drama que a un payaso una chaqueta a cuadros.

En la playa me toca hacer de Karen Blixen pero en vez de Kenia, España. Y claro, no me escucha Robert Redford, sino mi madre en bañador morado. Y destripo, en plan serial radiofónico alguno de los últimos libros que he devorado, otras veces me los invento, otras mezclo un par de ellos haciendo un mix. Las señoras de la toalla de al lado cada vez que miraba estaba más próximas (creo que eramos las únicas cuatro no guiris de todo Fuengirola) así que subí la voz y dije los títulos (autoras españolas of course) dos o tres veces…


La ultima película que vimos antes de volver fue «Cuando menos te lo esperas». Estaba sin haberla visto nunca, iba precintada y todo. Porque, pese a que adoro a Diane Keaton (por eso la compré) Jack Nicholson me cae como el culo. Y fue una grata sorpresa. Amanda Peet la protagonista es una famosa autora teatral. Toda la película es un poco sobre-actuada, histriónica, pero divertida.
Hay una escena (ella por fin empieza a escribir como una loca después de un tiempo en dique seco) en la que arranca a llorar mientras escribe con un llanto desgarrado, de tragedia teatral total. Mi madre me mira y dice «¿No te sientes identificada?» «Mama, yo no soy tan exagerada ni tan dramática!»
Y me suelta «Lo tuyo es puro teatro!».

Ten madres para esto!!